Terminar una obra de vivienda particular es la culminación de un proceso que empieza por entender las necesidades de los propietarios, y que supone un camino de búsqueda de las respuestas más eficaces para resolver el programa, camino que no entendemos que pueda recorrerse si no es en continua comunicación. Cuando esto pasa y se llega a una sintonía adecuada, el resultado final suele dejar satisfechos a ambos, y es una buena medida del éxito del trabajo realizado.